2. La relación del Estado global y el Estado nacional

Susana López Guerra

Estado global, estado nacional y modernización educativa en México. 2. La relación del Estado global y el Estado nacional. (Publicado originalmente en: Revista Virtual. Unidad UPN 22  A Abrir la escuela. Estado Global, Estado nacional y modernización educativa en México http://www.upnqueretaro.edu.mx/ Política Educativa/Globalizacion/sl_politica0htm )

Contenido:

  1. Introducción.
  2. La relación del Estado global y el Estado nacional.
    1. El Estado capitalista.
    2. El Estado nacional.
    3. El Estado global.
  3. Las políticas públicas en Latinoamérica y en México.
  4. Las políticas educativas para la modernización.
    1. La calidad educativa.
    2. Las teorías del “capital humano”.
  5. Planificación de la educación.
  6. El Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica.

 

 

Contenido de este capítulo:

2.1. El Estado capitalista

2.2. El Estado nacional

2.3. El Estado global

2.1. El Estado capitalista

Marx rechazaba que el poder del Estado se dirigiera al bien común, al interés general o a la justicia para todos. El Estado fue definido como la forma emergente de las relaciones de producción, un aparato para el ejercicio del poder de un grupo particular, “la clase dominante”; es la expresión política de la estructura de clases inherente a la producción capitalista. Puesto que la burguesía tiene un control particular sobre el trabajo en el proceso productivo, extiende esta relación de poder al Estado y a otras instituciones sociales; pero además el Estado es una respuesta a la necesidad de refrenar los antagonismos de clase y mantener el “orden”, que reproduce la dominación económica de la burguesía.

La lucha de clases, inherente a todos los aspectos del desarrollo capitalista y de las instituciones capitalistas, estructura y superestructura, constituye la base de la teoría marxista. El consenso de la población sobre la estructura social está ausente, por lo cual la reproducción social es realizada fundamentalmente mediante tácticas de amedrentamiento contra la clase trabajadora, directamente por el capitalista y por el Estado, que es el aparato represivo de la burguesía para  mantener a los trabajadores en su lugar a través del sistema jurídico y del ejército/policía. La reproducción que sirve a los intereses de una determinada clase social implica automáticamente la existencia de antagonismos de clase y el potencial de lucha de clases.

La clave para entender el desarrollo capitalista es la sociedad civil, tanto para Marx como para Gramsci, pero para el primero la sociedad civil es estructura -relaciones de producción-, mientras que para Gramsci es superestructura -complejo de las relaciones ideológicas y culturales, la vida espiritual e intelectual y la expresión política de esas relaciones; actor activo y positivo en el desarrollo histórico-. Es relevante el papel de la superestructura en la perpetuación de las clases y en la prevención del desarrollo de la conciencia de clase, pues significa el predominio ideológico de normas y valores burgueses sobre las clases subordinada.

Para Gramsci, el Estado capitalista, promueve una concepción única (burguesa) de la realidad, también se encuentra involucrado en la reproducción de las relaciones de producción, es mucho más que un aparato coercitivo de la burguesía: incluye la hegemonía superestructural de la burguesía, también está enraizado en la estructura de clase, por las relaciones de producción y ligado a ellas. Gramsci no enfatiza la separación entre estructura y superestructura, sino su relación dialéctica.

Afirma que el control de la conciencia es tanto o más un campo de lucha política como el control de las fuerzas productivas. Señala que “las creencias populares” y otras ideas similares son en sí mismas materiales, el Estado, por tanto, como un instrumento de dominación burguesa tiene que estar involucrado en la lucha sobre la conciencia. Porque el desarrollo burgués no sólo se lleva a cabo a través del desarrollo de las fuerzas productivas, sino también de la hegemonía en el terreno de la conciencia. Sin el poder en el terreno de la lucha sobre la conciencia, la burguesía tratará de hacer uso del poder coercitivo del Estado como un instrumento primordial de dominación [2] .

2.2. El Estado nacional

El Estado nación supone al capitalismo como modo de producción dominante. Desde la perspectiva de la categoría gramsciana de hegemonía, el Estado nacional no se produciría entonces en el nivel económico, sino a partir de la articulación de las contradicciones económicas, de clases y de la ideología[3] .

La identidad nacional es la identificación que realizan entre sí los individuos, independientemente de la clase social a la que pertenezcan, y la conciencia nacional es la representación de esta particular articulación económica, política e ideológica.

Hoy, lo nacional es considerado un valor obsoleto y fuera del contexto de la modernidad. Todo aquello que tenga que ver con esto es mal visto en los países periféricos porque obstaculiza la integración completa y sin cortapisas; se trata de abolir la identidad y la conciencia nacional, donde se encuentran también la memoria y los sentimientos históricos en el imaginario social, que colectivamente nos diferencian de otros; se llega al extremo de la mofa, de la caricatura: es el caso del mote “globalifóbicos” que creó el ex-presidente Zedillo para todos aquellos que se oponen a la destrucción de lo nacional; no sólo exportamos petróleo barato, también ideología barata.

La consecuencia de la destrucción de los los valores nacionales es la ruptura de los lazos de solidaridad, la destrucción del tejido social; generando la identidad de la globalización; una identidad individualista, de aislamiento y socialmente fragmentada [4]. En contraste, en los países desarrollados se exalta lo nacional como valor importante de cohesión social [5].

Estos conceptos son importantes para hacer inteligible el sentido de las recomendaciones (indicaciones) de las agencias de financiamiento internacional para la orientación de las políticas públicas de los Estados nacionales, entre ellas las educativas.

2.3. El Estado global

El Estado global es un Estado mundial de “facto” [6], al igual que los estados nacionales posee una forma de gobierno, aparatos políticos, administrativos, militares e ideológicos y un territorio sobre el cual opera.

El referente del Estado global es el gobierno global comandado por los gobernantes de las siete naciones más desarrolladas del mundo, el grupo de los siete (G7), que representan los intereses de las compañías multinacionales. Del gobierno global se desprende una estructura ejecutiva con varios organismos que operan en los diversos ámbitos; así se tiene que en el orden económico los órganos rectores del gobierno global son El Banco Mundial (BM), El Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización Mundial de Comercio (OMC).

La instancia encargada de instrumentar las medidas de control político es el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU); por lo que corresponde a los aparatos de control social y de difusión ideológica se cuenta con la Asamblea General de la ONU y sus organismos dedicados al desarrollo social y cultural: UNESCO, PNUMA, PNUD Y OIT. Del aparato militar sería responsable la OTAN [7]. El referente empírico de estas categorías se encuentra en la actuación de estas instancias internacionales en  las últimas guerras: la del Golfo Pérsico, la de Kosovo y la más reciente en Afganistán.

La acción de los organismos internacionales subordinados al gobierno global se concreta en una división del planeta en cuatro regiones básicas que incluyen a todos los países del  tercer mundo, tales son: Europa Oriental, Asia neocolonial, África y América Latina [8] .

El Estado global está formado por los inversionistas quienes funcionan como una legislatura, y son quienes deciden realmente sobre la economía de un país mediante la rotación de su capital financiero. El funcionamiento de esta “legislatura”, ajena al proceso democrático, limita las decisiones de los gobiernos nacionales [9].

Es el “aislamiento tecnocrático”, concepto acuñado por el Banco Mundial [10] que quiere decir que la toma de decisiones se mantiene separada del ámbito público. La población puede creer que está tomando decisiones, por ejemplo participando formalmente en la democracia mediante las elecciones, o que es considerada para ir o no a la guerra, pero en realidad las decisiones políticas se toman al margen de ella.

Estas dos figuras son las que Chomsky denomina “el control tecnocrático” que son las nuevas técnicas de control social del Estado global.

La desaparición de las culturas, identidades y conciencia nacionales es importante porque cualquier elemento de diferenciación, de no homogeneidad, es contrario al “control tecnocrático”. Lo que se intenta es cambiar las identidades nacionales, colectivas, para dejar exclusivamente al individuo como el “ciudadano del mundo”, en soledad, donde la única historia válida es la individual. Por eso debe destruirse la identidad nacional, por ser fuente de las identidades individuales orientadas colectivamente.


 

[2] Martín Carnoy. Enfoques marxistas de la educación. 2a. ed. Trad. de Silvia Shmelkes. México, Centro de Estudios Educativos, 1989. Passim.

[3] Ana María Rivadeo. El marxismo y la cuestión nacional. México, UNAM. 1994. p. 151. Cit. en: Oscar Wingartz P. “El movimiento zapatista: el reencuentro de una nación.”
http://www.upnqueretaro.edu.mx/arteycultura/ow_zapata.htm

[4] Sub Comandante Insurgente Marcos “La Cuarta Guerra Mundial” en suplemento “Perfil”, de La Jornada. Martes 23 de octubre de 2001. Passim.

[5] Al respecto ilustra el exacerbado nacionalismo tanto del gobierno como de la población norteamericana después de los eventos del 11 de septiembre.

[6] Noam Chomsky y Heinz Dieterich. La sociedad global. Educación, mercado y democracia. México, Ed. Joaquín Mortiz. 1995. p. 76.

[7] Id.

[8] Id.

[9] Jim Cason y David Brooks. “La última desaparición de las fronteras” (entrevista a Noam Chomsky). Suplemento “Masiosare”, La Jornada. México. 1 de febrero de 1998.

[10] Según Noam Chomsky el concepto de “aislamiento tecnocrático” aparece en documentos del Banco Mundial.

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