ALAI AMLATINA, 29/02/2008, Quito.- Del 26 al 29 de febrero, se realizó en Quito el “Encuentro Latinoamericano del Foro Mundial de Alternativas:
De las Resistencias a las Alternativas”. Más de 40 participantes de 19 países, incluyendo actores sociales, políticos y académicos,
reflexionaron sobre las experiencias de los países latinoamericanos y sus contribuciones para la construcción de teoría, con énfasis en la etapa de transición entre el capitalismo como sistema mundial,
económico, político y cultura y un lógica poscapitalista o socialista.
Las mesas de debate abordaron cuatro temas: la crisis del capitalismo y su superación en América Latina; la integración latinoamericana como forma de respuesta; la dimensión sociopolítica y la dimensión cultural.
Sus resultados fueron presentados en un acto público que contó con la presencia del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Alberto Acosta. La introducción del documento final dice así:
CONCLUSIONES DE LA REUNION LATINOAMERICANA DEL FORO MUNDIAL DE ALTERNATIVAS.
Quito 26-29 de febrero 2008
En América Latina iniciativas nuevas y múltiples tratan de dar
respuestas a las necesidades económicas, sociales y culturales de
poblaciones profundamente afectadas por décadas de neoliberalismo. Estos esfuerzos son una apuesta para la superación de la crisis generalizada del modelo económico capitalista mundial que fueron el tema de varios encuentros continentales como “En Defensa de la Humanidad”, los encuentros sobre la globalizacion, las Reuniones Intergalácticas contra el neoliberalismo, los Foros Sociales de las Américas, entre otros.
El desequilibrio ecológico y el calentamiento, global, consecuencia de la sobre explotación de los recursos naturales, en particular de los recursos fósiles, afecta a todas las regiones del mundo y se siente más intensamente en las zonas más deprimidas y dentro de ellas en los sectores empobrecidos.
Hay una crisis financiera que se expresa en la caída del dólar, en la insolvencia de los bancos, en el incremento de la deuda entre otras cosas, que son parte de la crisis del conjunto del sistema de producción y distribución.
Hay crisis del Estado puesto al servicio del capital; hay un
cuestionamiento y deslegitimación de gobiernos, de partidos políticos y de construcción de espacios y procesos democráticos; problemas sociales que desembocan en la exacerbación de la violencia como método de la solución de los conflictos cotidianos; desorientación cultural, producto de la hegemonía de una cultura occidental de progreso sin límite y excluyente, que provoca desesperanza, visiones fatalistas y la emergencia de fundamentalismos religiosos. Se puede añadir a todo esto
que la mayor parte de los medios de comunicación son dominados por los intereses del capital y sirven como instrumentos de deformación de la conciencia.
La guerra es el instrumento que el sistema capitalista no duda en
utilizar para apropiarse de los recursos naturales en particular
energéticos, como en Irak y Afganistán o para resolver las
contradicciones internas no descartando el uso del arma nuclear. La
región no esta al margen de esta estrategia geopolítica que aun
repercute en una crisis militar.
Esta claro que se trata de una crisis estructural y no solamente
coyuntural, una crisis de modelo de desarrollo de tipo civilizacional que exige un replanteamiento de parámetros, al cual la lógica del capitalismo no puede responder
Se requiere construir en la práctica y la teoría un post capitalismo, es decir el socialismo sobre la base de principios que incluyen el uso sostenible de los recursos naturales y su apropiación social, la predominancia del valor del uso es decir las respuestas a las necesidades de la gente, sobre el valor de cambio, la democracia generalizada a todas las relaciones sociales, políticas, económicas, culturales, de género y la multiculturalidad, permitiendo a todas las culturas, saberes, filosofías y religiones, dar su aporte propio a la construcción social nueva
En América Latina las resistencias al modelo han sido y son numerosas, se encuentran en todos los sectores populares: campesinos, obreros, pueblos indígenas, afrodescendientes, mujeres y jóvenes. Se encuentran nuevas expresiones de tipo cultural: en la literatura, en la música, en el arte y en la religión con una relectura de la Teología de la Liberación. Grandes convergencias de las resistencias se han manifestado frente al ALCA y a los Tratados de Libre Comercio. Estas convergencias se han expresado en los distintos Foros Sociales.
El hecho nuevo es que en la región se pasó de las resistencias a la
búsqueda de alternativas que se expresa en la construcción de nuevas
institucionalidades a través de los procesos de Asambleas
Constituyentes; el desarrollo de procesos de integración como la
Alternativa Bolivariana para América Latina ALBA, los trabajos
articulados de las redes y los instrumentos de comunicación como Telesur y el Satélite Simón Bolívar. Varios aspectos de la experiencia latinoamericana ayudan a entender como la lógica del capitalismo puede ser confrontada para entrar en un proceso de transición al socialismo.
Son procesos diversos, con actores múltiples que se enfrentan a
oposiciones radicales en función de intereses de clases o de grupos
dominantes. Encuentran, como todos los procesos sociales dificultades de
organización, de orden cultural, éticas e ideológicas. Son procesos
dialécticos que exigen determinación, realismo, estrategias concretas, pero sobre todo claridad de visión.
Con el objetivo de profundizar se hace necesario dimensiones económicas, sociopolíticas y culturales del proceso como un paso dentro de la
dinámica de cambio.