Parlamentarios y líderes indígenas proponen “otra integración”

“Apostamos por una integración pensada desde la óptica de los pueblos, no estamos de acuerdo con un integración macroeconómica de los Estados y de los bloques económicos sino con una integración de los pueblos, basada en la diversidad, la unidad latinoamericana y la sustentabilidad de las prácticas y el pensamiento indígenas, porque el 50% de los pueblos indígenas del mundo está en este continente”

Eduardo Tamayo G. ALAI-AMLATINA 13/10/2005, Quito. “Apostamos por una integración pensada desde la óptica de los pueblos, no estamos de acuerdo con un integración macroeconómica de los Estados y de los bloques económicos sino con una integración de los pueblos, basada en la diversidad, la unidad latinoamericana y la sustentabilidad de las prácticas y el pensamiento indígenas, porque el 50% de los pueblos indígenas del mundo está en este continente”. Este el punto de vista del indígena Miguel Palacín Quispe, presidente de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú afectadas por la Minería, CONACAMI. Palacín fue uno de los 100 participantes de la Cumbre de Legisladores y Líderes Indígenas, que se reunió en Quito, desde el 11 al 13 de octubre, con el objetivo de definir propuestas y estrategias de cara a la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN).

Los parlamentarios y líderes indígenas de Ecuador, Colombia,
Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Venezuela debatieron
sobre los alcances de la propuesta de la CSN y expusieron una
visión de la integración que va mucho más lejos de la de ciertos
gobernantes que solo la miran como un instrumento para la
apertura comercial y el impulso de infraestructuras en función de
los intereses del capital transnacional.

Los indígenas plantean una integración plurinacional, equitativa,
soberana, justa y fraterna, en la que se preserve la vida y se
garanticen los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas
“en armonía con los demás pueblos que coexistimos en
Sudamérica”.

“Los indígenas hasta ahora hemos estado excluidos y fuera, pero
queremos tener un rol protagónico, queremos ser actores reales en
las decisiones políticas, económicas y sociales de los Estados,
queremos ser actores proposititos, construyendo sociedad, con
nuestros hombres y pensadores y respaldados por las
organizaciones de base”, dice el senador colombiano Francisco
Rojas, quien pertenece al pueblo Embera del departamento del
Chocó.

Lo indígena, en el proceso de integración, “es reafirmar nuestra
identidad, reconocernos que somos pueblos que han antecedido a
los estados, que somos pueblos con organización política, con
pensamiento propio, que manejamos desde la cosmovisión andina
nuestros territorios, entonces es la reivindicación de nuestra
cultura que hemos vivido”, agrega Palacín Quispe.

Algunos de los tópicos planteados en este evento –para ser
tomados en cuenta por la CSN- tienen que ver con el
reconocimiento de la identidad los derechos colectivos de los
pueblos indígenas, la identidad, los recursos naturales, el Estado
plurinacional, la biodiversidad, los conocimientos ancestrales, la
militarización de los territorios indígenas y las amenazas de los
tratados de “libre comercio”.

El reconocimiento de los derechos colectivos en cada uno de los
países debe ser debatido en la Comunidad Sudamericana de
Naciones. “Los derechos colectivos incluyen los derechos
jurídicos, políticos y sociales, en algunos países ya han sido
incorporados a sus constituciones y legislaciones pero en otros no
y ni siquiera han ratificado el Convenio 169 de la OIT”, dice el
diputado ecuatoriano Ricardo Ulcuango presidente del Parlamento
Indígena de América, uno de los convocantes de la cumbre.

En el contexto de la CSN es necesario incorporar el
reconocimiento de las identidades indígenas que incluyen “la
preservación de nuestros idiomas, nuestras culturas, nuestras
formas de administrar justicia, nuestras cosmovisiones y nuestra
medicina”.

Por su parte, Francisco Rojas dice: “A nosotros nos parece que es
fundamental la cultura misma, eso nos va a permitir el desarrollo
mas coherente y real a partir de la identidad, de los valores, usos y
costumbres, porque cuando un país, una sociedad que pierde
estos valores, pierde también su identidad, ni es europeo ni es
americano, ni es latino ¿qué es? Entonces, es a partir de la
historia, de la cultura, del pensamiento y la sabiduría que se puede
construir sociedad”.

Aspectos económicos

En el marco del CSN se habla de la integración energética, de
impulsar megaproyectos y de la Iniciativa de la Infraestructura
Regional de Sur América (IIRSA) que permitiría la interconexión de
la subregión mediante una red de carreteras, puertos y
aeropuertos. Sin embargo, “hay que pararle bola al modo de
producción comunitario de los pueblos, no solamente se debe
hablar de la exportación o la importación, no solamente se debe
pensar en invadirnos con productos extranjeros, sino valorar lo
nuestro, fortalecer y estimularla la economía mixta y solidaria, no
solamente a las grandes industrias y megaproyectos sino también
hay que trabajar lo comunitario, como una alternativa al
capitalismo salvaje y al neoliberalismo que tanto daño han hecho a
nuestros países sudamericanos”, manifiesta el senador Rojas.

Un asunto que preocupa son los tratados de libre comercio, y
específicamente el que se viene discutiendo entre Estados Unidos
y los países andinos (Ecuador, Colombia y Perú). “Con los TLC
vamos a sufrir consecuencias muy graves, por ejemplo nuestras
tierras serán nuevamente acaparadas por los latifundistas, nuestra
medicina y la biodiversidad será privatizados y nuestra sabiduría y
nuestros médicos serán limitados en su accionar, a mas de que
nuestros productos no pueden competir con los productos
subsidiados por Estados Unidos, incluso puede venir el exterminio
de nuestros pueblos. Por eso, en el caso ecuatoriano, hemos
rechazado el TLC y estamos exigiendo que se convoque a una
consulta popular para que el pueblo decida, previo a una
información veraz y a un debate serio”, señala Ulcuango.

Uno de los temas que también se abordó en la cumbre indígena
fue la propuesta de la Alternativa Bolivariana de los Pueblos
(ALBA) formulada por el Presidente Chávez, “sobre la cual se debe
reflexionar, enriquecerla, y -porque no- apoyarla”.

Los territorios indígenas son muy ricos en minerales, maderas,
agua, petróleo, biodiversidad, recursos naturales. Pero además de
ello, los pueblos indígenas poseen valiosos conocimientos
tradicionales en el campo de la medicina. Esto los ha convertido
en el blanco de las transnacionales. “Es obligación de los
gobiernos consultar a los pueblos indígenas cuando pretenden
implementar cualquier programa en sus territorios o si explotan los
recursos naturales, deben ser compensados, pero eso no está
pasando, por eso los pueblos indígenas tenemos que hacer todos
los esfuerzos posibles para que esto sea garantizado”, expresa
Ulcuango.

Otro asunto de “vida o muerte” para los pueblos indígenas es la
acción de las transnacionales que “nos están privatizando todo,
nos están patentando todo, las plantas medicinales, el habla
mapuche, la sangre…”, según manifestó la chilena Rosa
Cheuquenao, dirigente de la Identidad Lafkenche (Mapuche). Las
inversiones extranjeras no han sido beneficiosas para los pueblos
indígenas, éstas solo han favorecido a una élite de políticos y
empresarios. Las actividades de las transnacionales petroleras,
madereras, mineras, farmacéuticas y otras han provocado la
destrucción de los bosques, la división de las comunidades
indígenas y la erosión de sus identidades.

La parlamentarios y líderes indígenas plantean que la integración
propuesta por los gobiernos no responde a la realidad de los
pueblos de la región porque se basa en un modelo excluyente que
debe ser reformado, incorporando los puntos de vista de los
pueblos indígenas que quieren ser partícipes de otro modelo de
desarrollo de la región y de otro tipo de integración.


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